Ernst Prost se despide de Liqui Moly

Después de más de tres décadas al servicio de las personas y de la empresa, el director general de Liqui Moly, Ernst Prost, se jubiló el 22 de febrero de 2022, dejando su cargo a Günter Hiermaier.

La historia de Prost en Liqui Moly comenzó en 1990 cuando junto a Günter Hiermaier, quienes ya venían trabajando en una pequeña empresa de productos para el cuidado del vehículo, ingresan en Liqui Moly. Prost como Director de Marketing y Ventas, y Hiermaier como Director Comercial especializado en Alemania.

Ahí comenzó su larga trayectoria lo que los llevó a afrontar diferentes situaciones. Sin embargo, en esta oportunidad deben hacerle frente a una ocasión única: la jubilación de uno de estos protagonistas y el ascenso del otro. Desde 2018 Hiermaier fue segundo Director Gerente, y a partir de ahora él será quien liderará el equipo de Liqui Moly hacia el éxito.

Ernst Prost, junto a su gran equipo, trabajó arduamente para darle un giro a Liqui Moly, consiguiendo transformar la pequeña empresa de aditivos en la marca de aceite de motor más popular de Alemania y de muchos otros países alrededor del mundo.

Hasta 1998, Prost fue adquiriendo de a poco las acciones de la empresa a la familia fundadora y se convirtió en socio gerente. Así fue como salvó a la empresa de la quiebra y aseguró docenas de puestos de trabajo en momentos difíciles. Luego de esto, vendió sus acciones a un grupo empresarial pero él continuó con el mismo cargo.

Además, el carisma de Ernst Prost y los planes de comunicación que tenía pensados marcaron un punto álgido durante la crisis económica de 2010. Este mismo año decidió lanzar el primer anuncio de televisión en la historia de la empresa, lo que ayudó a conquistar nuevos corazones y generar gran reconocimiento. Esto también lo impulsó a realizar otras acciones similares e incluso aún más grandes… Así fue cómo despertó el interés en los medios de comunicación y lo ha mantenido hasta la fecha con grandes resultados.

Como mensaje final de despedida, Prost afirma que, “Fueron años duros pero gratificantes. El trabajo es mi elixir vital y Liqui Moly es mi obra vital. Sé que estoy en las mejores manos con mi amigo Günter Hiermaier y su equipo. La vida es finita. Y es por eso que finalmente espero con ansias un período de la vida que ya no está meticulosamente cronometrado y externamente determinado, sino que ofrece libertad”.