El aceite de motor es uno de los elementos más importantes para el correcto funcionamiento de un vehículo. Cumple múltiples funciones como lubricar, proteger y limpiar los componentes internos del motor.

Por eso, es importante que conozcas las diferentes alternativas para entender cuál es la opción que tu auto necesita y conseguir un óptimo rendimiento. 

Aceites minerales, sintéticos y semisintéticos

En términos generales, los aceites de motor se pueden clasificar en tres categorías principales: aceites minerales, semisintéticos y sintéticos.

Los aceites minerales están compuestos por una base obtenida directamente de la destilación del petróleo, a la que se añaden aditivos especiales para mejorar sus propiedades. Aunque han sido ampliamente utilizados en el pasado, están perdiendo importancia debido a que no cumplen con los requisitos exigidos por los motores modernos, que demandan aceites de mayor calidad y rendimiento.

Los aceites semisintéticos, por su parte, se obtienen mediante una mezcla de aceites base minerales y aceites sintéticos, en una proporción que suele ser de aproximadamente un 70-80% a 20-30%, respectivamente. Estos aceites ofrecen un equilibrio entre rendimiento y costo, y son una opción popular para muchos propietarios de automóviles.

Finalmente, los aceites sintéticos son aquellos que se elaboran completamente de manera sintética. Estos aceites logran un óptimo rendimiento, tienen una buena relación de temperatura y viscosidad, y ofrecen una gran estabilidad frente a la corrosión. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos los aceites sintéticos son iguales. Entre los aceites sintéticos más modernos se encuentran los denominados «Aceites HC” – Hydro Crack o hidrocraqueados – que se producen mediante el proceso de hidrocraqueo. Estos aceites tienen propiedades similares a los aceites sintéticos convencionales, pero su precio suele ser más accesible.

Aceites monogrado y multigrado

Otro aspecto importante a considerar al elegir el aceite de motor adecuado es su clasificación según los sistemas SAE (Sociedad de Ingenieros Automotores) y API (Instituto Americano del Petróleo). Estas clasificaciones se dividen en aceites «monogrado» y «multigrado».

Los aceites monogrado están diseñados para trabajar a una temperatura específica o en un rango muy estrecho de temperaturas. En el mercado, se pueden encontrar aceites monogrado con clasificaciones como SAE 10, SAE 30, SAE 40, entre otros.

Por otro lado, los aceites multigrado están formulados para funcionar en un rango más amplio de temperaturas dado que están compuestos por un aceite base de baja viscosidad y aditivos, como polímeros, que evitan que el aceite pierda viscosidad al calentarse.

En el mercado, se pueden encontrar aceites multigrado con clasificaciones como SAE 5W-30, SAE 15W-40, SAE 20W-50, entre otros. Aquellos aceites que cumplen los requerimientos de viscosidad a bajas temperaturas (por debajo de 0°C) llevan la letra «W», que indica invierno (Winter).


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Y recordá que es esencial tener en cuenta las recomendaciones del fabricante de automóviles al elegir el aceite adecuado. Las mismas se encuentran en el manual del vehículo y suelen incluir la clasificación de viscosidad y cualquier otro requisito específico del motor.